Falabella

Reseña Histórica

El Caballo Falabella es Argentino. Su origen está íntimamente relacionado con los primeros caballos que habitaron esta parte de América. Los caballos Andaluces, que los españoles trajeron al nuevo mundo para emprender la enorme tarea de la conquista, y elegidos por ser los más rústicos y resistentes, fueron librados luego a su suerte debido a los primeros fallidos intentos de asentamiento.

Vagando sin destino por las enormes pampas, los caballos sobrevivientes sufrieron necesariamente una serie de procesos y cambios estructurales para adaptarse a las nuevas condiciones, tan distintas a las de su tierra de origen.

Julio César Falabella
Reseña Histórica

Un vista sobre el caballo criollo - tan diferente a sus ancestros raciales - y hermano de sangre Falabella, resulta fácil suponer que, de los cerca de cuatrocientos años que mediaron desde la conquista al descubrimiento de los primeros antecesores del actual Falabella, profundos cambios debieron producirse para lograr esa reducción tan armónica de talla.

Los fuertes soles, fríos vientos, frecuentes tormentas y aridez del suelo, los caballos fueron obligados a migrar grandes distancias en pos de agua y pasturas, lo que les dio esa incomparable resistencia; su particular instinto sobre el peligro lo lograron luego la persecución del indio o el puma. Todos estos factores, sumados a la continua consanguinidad y el aislamiento seguramente causaron mutaciones en la genética de sucesivas generaciones, resultando la clase que un comprador de caballos, J. Newtall vio por primera vez a mediados del siglo IXX en las manadas de los indios, al sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

Tratando de indagar sobre su desconocido origen, Newtall (Irlandés de origen, tierra de amantes de la raza equina), comprendió lo que significaba el descubrimiento de estos pequeños caballos y logro hacerse de algunos especímenes.

Luego de varios anos de cruza y selección, obtuvo una tropa de armónicos y bien estructurados caballos, caracterizados en su intrínseca naturaleza y con algo menos de un metro de alzada.

Falabella

El orígen del nombre Falabella

Newtall no tuvo descendiente varón y su única hija se caso con el hijo de una familia de inmigrantes italianos de nombre Falabella. Este así heredo de su suegro no solo unas pocas docenas de esta incipiente raza de caballos, sino también la acendrada pasión por los caballos. Debido a esta pasión, la gente del lugar comenzó a llamar a estos curiosos caballos como "los de Falabella" o "Falabella".

Falabella y sus descendientes continuaron el proceso de selección, incorporando algunos especímenes de razas europeas (Pur - sang, Welsh Ponies, y en menos medida Shetland Ponies) y estándar actual menos de ochenta centímetros de alzada.

El Falabella

El Caballo Falabella es una especie que conserva todas las virtudes y atributos de otras razas equinas. La fijación de sus características genéticas permite su natural reproducción, procreando seres con las mismas cualidades y conformaciones.

A diferencia de otros grupos genéticos de caballos llamados miniatura o - miniature - conocidos hoy en el mundo, muchos de los cuales no consiguen transmitir su talla y conformación a sus descendientes, el Falabella no requiere ninguna clase de artificio durante su gestación y crecimiento para lograr su reducido tamaño.

Su natural rusticidad le permite la supervivencia en las más severas condiciones climáticas (mucho mayor aveces que los caballos de talla normal) sin ningún otro cuidado del que requiere cualquier equino.

Este logro de estabilidad genética es lo que ha establecido la característica de raza y ha logrado el reconocimiento internacional.

Caballo Falabella

La cría de los Falabella en el mundo

Desde los tempranos años de la década del '50, cuando comenzó la divulgación internacional de la raza hasta el presente casas reales, personalidades, artistas y hombres de negocios han mostrado su interés por este animal.

Se puede decir sin lugar a equivocarse que no existe región de la tierra donde no haya pisado un "Falabella".

Desde Alaska hasta Tierra del Fuego, desde las tórridas regiones de la Península Arábiga hasta los fríos climas de Finlandia, o desde el florido Japón al árido Atacama, el Falabella se ha alimentado, procreando y desarrollando en forma asombrosa.

Pero también es necesario entender que el caballo Falabella es una raza exótica, cuya cantidad de seres registrados no superan los dos mil ejemplares, incluyendo todos los ancestros pasados. Unida a las otras peculiares características de la raza, a esta condición se debe seguramente el estimable aprecio que goza el Falabella en todo el mundo.

Estándares raciales y patrón de conformación

  • Tamaño: Eliptrometrico.
  • Proporciones: Mosomorfo.
  • Perfil: Subconcavilineo.
  • Cabeza: Fina, bien estructurada e implantada armoniosamente sobre el cuello. Orejas pequeñas y bien ubicadas. Frente recta y cráneo recto. Ollares amplios y abiertos.
  • Muntos: Todos, particularmente los zainos, tobianos, overos, moros y bayos menos comunes los llamados Appaloosa (pintados).
  • Largo del pelo: Variable según la estación.
  • Cuello: Regularmente musculoso, con buena acometida sobre el pecho y proporcionado a la talla.
  • Crinera: Tupida y cubriendo el cuello o más, de pelo fino.
  • Cruz: Fina y poco desarrollada.
  • Espaldas: Algo oblicuas y medianamente largas.
  • Costados: Arqueados sin exageración.
  • Caja Torácica: Desarrollada para una buena ventilación.
  • Grupa: Medianamente musculada y curva.
  • Cola: Bien implantada, larga y atacada a la altura del dorso.
  • Miembros anteriores: Articulaciones finas, canas secas y fuertes: osamenta regularmente liviana.
  • Miembros posteriores: Ligeros, bien equilibrados, nalgas musculosas, muslos algo descendidos y extremos finos.
  • Apoyos: Bazos generalmente estrechos, de contorno ligeramente oval y bien resistentes.
  • Paso: Libre y regular. Los miembros se pliegan bien sin exagerar.

Métodos de cría

Aconsejable solo para una pequeña cría de caballos, es utilizada por algunos criadores que, no disponiendo de suficiente espacio, reproducen las condiciones ideales descriptas mas abajo. Los mismos deben estar empastados, poseer sombra, con suficiente agua y una superficie de no menor de 20/30 metros por animal.

Los potreros de cría pueden tener diversas dimensiones resultando apropiado para el propósito descripto 0,5/1,5 caballos por hectárea. Los mismos deben estar provistos de defensas sombras y aguadas.

La calidad del suelo puede ser variable, ya que el Falabella es un animal de notable adaptación. Su alimentación básica la proveen los pastos naturales y rara vez necesitan suplementos, como se vera mas adelante.

Adaptabilidad

Adaptabilidad

Una de las características más sobresalientes del Falabella es su temperamento y la capacidad de adaptación.

De ese animal rústico que se ha visto en el campo, el solo expediente de la continua compañía del hombre hace al animal dócil y gentil.

Una vez que ha sido seleccionado para el establo, ya sea porque deba exponerse, ser transportado al exterior o simplemente formar parte de las actividades del criador, el animal es controlado en su conformación, peso, estado, dentición y salubridad general a los fines de determinar necesidades de posteriores tratamientos. Estos consisten en un baño con jabón no graso, tusado o corte de pelo según la época y aplicación si fuera el caso de un desparasitario por boca.

Tareas como sobado, cabresteo y otras rutinas dulcifican al equino en un plazo sorprendentemente corto. Es frecuente ver caballos que responden por el nombre como cualquier animal doméstico.

Conclusiones

Pese a lo exótico que parece el Caballo Falabella y que ha dado lugar hay numerables fantasías sobre su origen y métodos de cría, hoy se considera en todo el mundo como la raza más pequeña de caballos que existe.

Su extraordinaria fortaleza, sorprendente para un animal de ese porte, su notable adaptabilidad y su carácter gentil, rara vez visto en otros de los animales llamados petisos, han hecho del Falabella un animal apto para la compañía del hombre y principalmente par los niños que aprenden, desde temprana edad, el amor por el caballo.

Como se ha visto, la cría es sencilla y no requiere de grandes insumos de dinero. La supervivencia del animal es muchas veces mayor a la de un caballo de alzado normal.

Sujetos de una vida casi siempre placentera, el Falabella genera en estima y cariño de quien los posee.